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De él sólo se sabe que es de Wichita (Kansas, Estados Unidos), que trabaja como diseñador web en una agencia de publicidad, que le encantan las patatas fritas y que, algún día, le gustaría componer la banda sonora de una película. De momento, se conforma con ponerle banda sonora a pensamientos anónimos, inspirándose en las notas de Hans Zimmer, Frederic Chopin, Ludwig Van Beethoven o la banda inglesa Muse. Lo ha hecho ya con unos 1.200 mensajes.