Ropa tendida, sí. Ropa tendida, no
(Publicat a La Vanguardia el 22/10/2010)
Alexander Lee, de 36 años, lleva más de una década reivindicando que la ropa se seque con pinzas y al sol. El fundador y director ejecutivo de la Project Laundry List, organización basada en Vermont (Estados Unidos) que también promueve el lavado en agua fría, asegura que colgar pantalones, camisetas, calzoncillos y bragas al aire libre supone un ahorro del 6% en el consumo de electricidad en el hogar. Además, dice, “es un buen ejercicio, que mejora el humor.”
Sus seguidores, entre los que se cuentan “libertarios y ecologistas, madres cristianas y propietarios radicales” aplauden sus campañas y defienden con él a capa y espada que la colada colgada en el exterior no afea ni fachadas ni jardines y que su “simple funcionalidad encierra una belleza orgánica.”
Sin embargo, las 300.000 asociaciones de propietarios, que abogan por comunidades con “una estética neutra”, se posicionan claramente en contra de la práctica, la prohiben e incluso amenazan y multan a los que insisten en llevarla a cabo, como muestra el cineasta británico Stephen Lake en el documental Drying for freedom. Y es que para ellos, los tendederos exteriores reducen el valor de las propiedades hasta un 15%.
Lee discute la cifra, más que nada porque resulta difícil de comprobar, afirma en una entrevista en una emisora de radio norteamericana. El director ejecutivo de la Project Laundry List no acaba de entender que en un momento en el que la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático forman parte de las prioridades internacionales se siga optando por la secadora.
“Pensar que tender la ropa fuera es cosa del pasado y que sólo lo hace la gente que no tiene medios para adquirir una secadora es un error”, reflexiona. “Si uno de cada tres americanos secara la colada al aire libre cinco meses al año, en el 2020, nos habríamos ahorrado 2.2 millones de toneladas de CO2 en la atmósfera”, añade.
Algunos Estados, como Florida, Utah, Maine, Vermont, Colorado y Hawai, luchan contra la imposición de las comunidades de propietarios. Pero, para Lee, que el 10 de octubre organizó un rally en Concord (New Hampshire) para dar a conocer las actividades de The Project Laundy List, queda mucho por hacer. Nada es imposible. “Si los americanos se han acostumbrado a la bolsa reutilizable para la compra, también pueden volver a tender la ropa con pinzas”, concluye.