“La respuesta es 2.397.207.667.966.701”

Anna Solana

(Publicat a La Vanguardia el 28/11/2007)

Huye de las etiquetas. No se considera nerd, ni geek, palabras que definen a personas inteligentes, con gran fascinación por el conocimiento, pero socialmente torpes. Ni tampoco freak, o sea raro. Pero ha sido capaz de resolver el cálculo más difícil de la historia.

El pasado 15 de noviembre, en el Hall of Science de Nueva York, el francés Alexis Lemaire batió el récord mundial de cálculo mental al hallar la raíz decimotercera de un número de 200 dígitos en tan sólo 72,4 segundos.

O lo que es lo mismo, al identificar un número que multiplicado por sí mismo 13 veces produce la cifra de 200 dígitos que había generado de forma aleatoria un ordenador y que, para más datos, ocupaba 17 líneas de pantalla.

Para la gente corriente, la respuesta es incluso difícil de leer: 2 trillones, 397 billones, 207.667 millones, 966 mil 701. Según este ingeniero de I+D en informática en una empresa de tratamiento automático de preguntas y respuestas y, a la vez, estudiante de doctorado en inteligencia artificial en Reims, cerca de París, “el primer dígito es muy fácil, y el último también, pero los números que están en medio son sumamente difíciles de hallar”.

Aún así, él está convencido de que “todo el mundo lo puede hacer”, aunque reconoce que su cerebro trabaja “muy, muy rápido”. Tanto que necesita tomar medicación porque su corazón “no lo aguanta”.

Por esa razón, se cuida todo lo que puede, sale a correr todos los días, no toma alcohol, ni fuma y lleva una dieta baja en grasas y en azúcares que, según dice, le permite pensar más rápido.

Su afición viene de lejos. Afirma que se dio cuenta de su don cuando tenía unos 11 años, aunque en esa época no era ni el primero de la clase ni mucho menos empollón. Aprendió de forma autodidacta, con los libros.

Y ahora su cerebro funciona como un ordenador. “Es como tener un programa en la cabeza para controlar mi mente”, explica. Lo que hace ese programa es transformar los números en otras estructuras que le permiten ver la solución del problema.

“Cuando pienso en números, a veces veo una película, otras diferentes frases. Puedo convertir los números en palabras, en imágenes y acciones que luego ordeno”, declara el atleta matemático.

Lemaire se muestra convencido de que ahora mismo no tiene rival. No sabe cuándo terminará su tesis doctoral pero, según cuenta en su sencilla página web, tiene como objetivo hablar de 39 a 100 idiomas. Varios bancos y empresas informáticas se han mostrado interesados en contratarlo.